Cuando salimos de viaje, mejor o peor planificamos nuestra ruta, pero en multitud de empresas se va como las veletas, para donde sopla el aire.
Es imprescindible coger disciplina en la gestión de las empresas, marcar nuestro objetivo y la ruta para conseguirlo. Marcarnos presupuestos y medir las desviaciones, corregir los inconvenientes que se presenten y ser ágiles y flexibles para corregir la ruta.
Por otra parte el piloto y los copilotos son imprescindibles, hay que ser responsables con las obligaciones, no entrar en la desidia de abandonarse en las tareas, formación y obligaciones.
Hace varios meses denunciaba el desinterés por parte de mucha gente en formarse, se conforman con acudir a su puesto de trabajo sin interés por ser mejores en sus menesteres, cuando hoy día la situación exige otra forma de pensar y actuar. Hay que innovar, pero innovar no se centra en el departamento de innovación o en el caso de las pequeñas empresas, en el empresario, la innovación va en uno mismo, desde el primero al último de la organización, y tenemos tener cuenta que hay gente fuera que si lo hace y que pueden ocupar lugar en un presente muy próximo, no futuro, no hay tiempo para el futuro, es el presente.
Por supuesto, en las rutas de viaje tenemos factores que son indispensables, y en la empresa son los Proveedores, hoy leía en un post la relación que se tiene entre cliente – proveedor. Resulta que en multitud de ocasiones se tiene una relación de enemigos, por parte del cliente el intentar sangrar al proveedor y viceversa con el proveedor hacia el cliente, sin darse cuenta que esto es una sociedad recíproca, si a uno le va bien, es porque la sociedad entre ambos funciona.
Por último me gustaría dar un consejo a Empresarios, Trabajadores, Proveedores, etc…, es necesario el pararse un momento y replantearse el negocio, el puesto de trabajo o las tareas que realizamos, preguntarnos si hacemos lo correcto, preguntarnos si podemos mejorar, preguntarnos si nuestro objetivo, si nuestros valores se corresponden a mi hacer.
Preguntémonos de vez en cuando a nosotros mismos, descubriremos que somos auténticos desconocidos en nuestro que queremos ser y lo que somos realmente.
Deja una respuesta