Llegamos a la recta final para un año 2011, y para la mayoría de las Empresas supone un gran reto el poder cerrar un año bastante difícil con algo de optimismo.
Pero ante todo deberían los medios de comunicación parar de difundir pesimismo, malas noticias que no hacen mas que hundir a las personas en un pozo de lamentos y amargura, al contrario que en Francia, que apuntan que prevén un aumento de las ventas estas Navidades de un 23%, después de venir con un crecimiento en el último trimestre de otro 20%, como decimos en mi pueblo, » CON DOS COJ……..», y perdonar la expresión, pero con esta actitud se sale de los baches.
La libertad de expresión es un derecho, pero a veces deberíamos medir nuestras palabras, y echar un paso atrás y medir las consecuencias. Seguro que si publicasen y difundiesen optimismo y buenas expectativas, o simplemente dejasen de hablar de lo mal que esta la cosa, que si patatín que si patatán, venderían bastante mas.
Bueno, tras mi reflexión sobre la forma de dar noticias, tengo que animar a todo el mundo a que cierren los ojos, y piensen:
Llegan unas fiestas que nos hacen despedir un año, malo o bueno, pero acabamos una etapa, y comenzamos otra nueva.
Llegan unas fiestas de regalos, alegría, melancolía, porque no, echamos de menos a mucha gente, pero que la llevamos en nuestros corazones.
Llegan unas fiestas en las que compartiremos una comida, una cerveza, o simplemente un abrazo con aquellos que nos apetece estar y queremos.
También no me canso de pedir que os acordéis de las PYMES, de esa tienda de barrio, que cuando llegas te atiende con una de sus mejores sonrisas, que te aconsejan y asesoran, que pequeñita, pero que es una de esas empresas del 90% que en España crean empleo, y que seguro que es muy competitiva en precio, servicio y seguridad ante el consumidor.
Por supuesto a empresarios, trabajadores y gente que tiene claro que el esfuerzo, trabajo, perseverancia y buenas aptitudes y actitudes, se sale y se consigue lo que se quiere.
Tomemos nota de otros países, que saben lo que hacen, que tienen claro que el consumo no puede parar, por supuesto que hay gente que no puede como antes, pero que a pesar de todo, buena cara y optimismo.
Por supuesto, hay que plantearse que vivimos un cambio de época, donde tenemos que adaptarnos a ella, y para comenzar, pienso que debemos cambiar muchas cosas, entre ellas el cambio de valores hacia nuestra juventud, nuestros hijos. Debemos plantearnos muchas cuestiones, pero que esto lo dejo para el próximo post.
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